martes, 13 de mayo de 2014

El estudiante de Salamanca

EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA COMO PIEZA ROMÁNTICA

El estudiante de Salamanca es un poema narrativo en verso escrito por José de Espronceda, uno de los principales exponentes del Romanticismo español. Es un poema compuesto en cuartos partes, con un total de 1.407 versos. Vamos a proceder a analizar cada una de esas partes en cuanto a la temática y al estilo.

En la primera parte asistimos a la presentación de Félix de Montemar, personaje análogo a don Juan Tenorio. Aparece encarnando rasgos fantasmagóricos, el ambiente en que se presenta añade un halo de misterio y oscuridad entorno a este personaje al que se carateriza como “segundo don Juan Tenorio”· Hombre altanero, reñidor, burlador de mujeres. Es un hombre lleno de vicios, bien conocido en Salamanca. En esta primera parte se nos cuenta la historia de Elvira que fue seducida por él y acabó con toda su dicha.


En la segunda parte, doña Elvira se queja del dolor que ha sufrido por el amor de su amado a la cual engañó.  Doña Elvira está triste y llora por el abandono. Don Félix le hizo perder su pureza y su corazón está ahora desierto.  Es muy importante el uso de las flores, en primer lugar las deshoja como símbolo de la pérdida de su pureza virginal y en segundo lugar teje una guirnalda como símbolo de la muerte. Doña Elvira finalmente muere por la desolación que le ha provocado la falta de correspondencia del amor.
En la tercera parte va a estar dialogada entre don Félix y don Diego Pastrana, hermano de doña Elvira. Don Félix va a participar en juego de apuestas y pone en juego el retrato de doña Elvira. Don Félix apuesta también a la dama. Entra en escena Don Diego, que le comunica la muerte de su hermana al burlador. Ambos se baten en duelo.


La cuarta parte se inicia con la muerte de Don Diego.Tras esto, don Félix se encuentra a una mujer con un velo y la persigue por toda la ciudad, como buen burlador que es. Este paseo puede simbolizar el paso al más allá donde se encuentra a fantasmas y ánimas que transitan sin rumbo. Don Félix va a asistir a su propio entierro. Don Félix no teme, va a mantener su postura retadora y altanera desde el inicio de la obra y prefiere encomendarse al Diablo antes que a Dios. Don Félix descubre así que la mujer es doña Elvira, tras descubrirle el velo y don Diego lo obliga a casarse con ella, no obstante el protagonista sigue mostrándose altivo. El espectro de doña Elvira le tiene la mano y este siente un frío por todo su cuerpo que lo llevará a la muerte, no sin antes descubrir que doña Elvira era un esqueleto. Así pues se da cuenta de que él también había muerto. 


José Luis Braulio Benítez.

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