EL
PODER Y LA VIOLENCIA EN BODAS DE SANGRE
La obra de García Lorca
está dominada por el sistema social del matriarcado. Como podemos ver en muchas
de sus obras, la protagonista es una mujer, como en el caso de Yerma; en otros
casos una mujer viuda como sucede en La casa de Bernarda Alba o Bodas de
sangre.
Centrándonos en esta
última obra, vemos que la violencia abre y cierra toda la obra. La madre ejerce
una violencia más bien de tipo verbal. Le han matado a su marido y a su hijo y
todo apunta que el final también será trágico en este caso.
Su hijo está
comprometido con la novia, una chica de una hacienda vecina de la que la madre
tiene ciertas dudas. Cuando su hijo sale al campo no le gusta que lleve una
navaja ya que sus familiares han muerto por culpa de ella. La novia parece más
enamorada de Leonardo que de su prometido y no duda en huir con el joven. Ambos
personajes masculinos morirán.
El poder en Bodas de
Sangre lo vemos reflejado en la autoridad de la madre viuda en el caso de
nuestro protagonista y también, como no podía ser menos, por la autoridad
masculina, ya que este es el encargado de entregarle al novio la mano de su
hija. Cuando una mujer queda viuda esta es la que ejerce el poder, como en el
caso de la obra que estamos analizando o en la ya mencionada anteriormente La
casa de Bernarda Alba.
En cuanto a la
violencia debemos recordar los hechos históricos reales que condicionaron esta
pieza teatral: los crímenes de Níjar. La violencia que tendrá lugar en la obra
se nos muestra desde el principio por el sentimiento de venganza que tiene la
madre por la muerte de su marido y su primogénito. Esta violencia será la desencadenante
de más violencia y de nuevo otro hijo morirá junto con Leonardo.
José Luis Braulio Benítez.
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